Viognier & Cia. Soltó lo mejor que tenía en su alforja y en su morbo desbordado. Nadie detuvo su andar, sangrante de celos abusó del único vicio que tenía: clamar a las deidades hasta la agonía del espasmo esparciendo simientes. Morado de dolor y pasión, pálido de sed y olvido, bebió el descontrol de la profunda muerte del sol, ritual traído de otras tierras: esas del otro sol pero del buen vino. Salud, solos en compañía que mañana y solo por una noche que será pasión.
7 agosto 2008
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